Los trabajos manuales son una expresión perfecta de la filosofía del movimiento Slow. Más de un siglo después , cuando de nuevo la tecnología parece dirigirlo todo, nuestra pasión por los objetos hechos a mano es más intensa que nunca. Al igual que otras actividades domésticas, tales como cocinar y coser, las labores de punto dejaron de interesar en la segunda mitad del s.XX. El feminismo denunció las tareas domésticas como una maldición sobre la mujer, una barrera que impedía la igualdad entre sexos. Para las mujeres que se esforzaban por descollar en el puesto de trabajo, la labor de punto era algo que mantenía ocupada a la abuela en la mecedora. Pero ahora que los sexos están en un mayor pie de igualdad, las artes domésticas están volviendo.
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Yo aprendí labores desde muy pequeña, me enseñó mi madre, cuando volvía del colegio siempre estaba cosiendo, y por la noche haciendo punto o ganchillo, ahora tiene 92 años, la cabeza mejor que todos nostros juntos, unas manos preciosas, y sobre todo sigue haciendo punto, no vé muy bien, pero está haciendo mantas y jersey de punto liso para mi hijo, dice que si no hace punto se aburre, os invito a pasar a ver mi blog y vereis las maravillas que ella me ha enseñado : todoenlaboresamano.blogspot.com
ResponderEliminarmuy bueno beso
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